martes, 7 de mayo de 2013

DEADLIEST WARRIORS: LEGENDS (2011)



Tanto si uno ha jugado a Deadliest Warriors: The Game (2010) como si solo conoce el programa de televisión en el que se basa, uno sabe a lo que atenerse con Deadliest Warriors: Legends. Los cambios con respecto a su predecesor son bienintencionados pero insuficientes, como si asistiésemos más a un parche o a un DLC que a una auténtica secuela. Y entre dichos cambios, se incluye la ausencia de barra de vida o un mayor equilibrio entre las armas, pero infinidad de problemas.

Demos ya por hecho que la limitación de personajes es algo que no se puede evitar, pero asuntos como tiempos de carga increíblemente largos para batallas extremadamente cortas es un suicidio técnico. Aún cuando podemos elegir unos nada imponentes alter egos basados en figuras históricas o de leyenda, nos encontramos con una cierta dejadez que acaba definiendo a cada personaje por lo rápido que puede cortarle un brazo al contrincante.

Sumamente sencillo, la gracia reside entonces en su componente "realista", que convierte cada tajada en un pequeño festival gore con el que moldear carne - al estilo de Die by the sword (1998) o Shadow of Rome (2005) - y es que el control de movimientos, aunque escaso, es adecuado. También el uso del ambiente, pudiendo empujar al enemigo hacia un abismo, no está del todo mal. 

Tampoco es que quiera ser muy duro con el juego, porque está claro que no se han propuesto hacer nada más que salir del paso, quedando el juego convertido en lo que uno esperaría de un modo arena o de enfrentamientos en un juego de acción en tercera persona, pienso por ejemplo en Golden Axe (1989) o Blade: the edge of darkness (2001), aunque conviene verlo como, sí, un juego a evitar pero que no genera mayor indignación si sabías lo que esperar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario